Epílogo

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La Satisfacción del Ser

Epílogo

La Clave de Todo

Este Nabadwip Dham, a orillas del Ganges, tiene un gran valor, especialmente para la realización de nuestro yo más elevado, como lo recomendó Sriman Mahaprabhu. Es una tierra de amor, dulzura, encanto y belleza—todos son sinónimos. Es conmovedor. Nuestra existencia real no está en nuestro conocimiento ni en nuestro poder, sino en nuestros corazones. Nuestra identificación real y adecuada es con nuestro corazón. Entonces, el factor más importante en nuestras vidas es en qué dirección se mueve nuestro corazón. Es una transacción del corazón.

Mahaprabhu recomendó: “No confíes en tu conocimiento, capacidad de razonamiento o poder. Lo más importante es la transacción del corazón”. El factor interno de tu existencia está en tu corazón. Así que intenta guiar tu corazón hacia la dulzura, hacia el hogar. Nuestro verdadero hogar no está aquí, donde vagamos sin certeza a lo largo de 8.400.000 especies según nuestro karma. Sólo en un nacimiento humano, con la ayuda del agente divino, podemos volver a nuestra casa, al hogar y al afecto. El hogar es allí donde el medio ambiente cuida de nosotros, de nuestra fortuna y de nuestra comodidad independientemente de nuestra consideración. La parafernalia afectuosa que hay allí nos ayudará con mucho cariño. Entonces, debemos aprovechar esta oportunidad para regresar a Dios, regresar a casa, nuestro dulce, dulce hogar.

Mahaprabhu recomendó el camino: "Con la ayuda del agente divino y las escrituras reveladas, intenta llegar allí tú mismo". Su situación actual es incierta. No está fijado a dónde serás llevado después de la muerte por la corriente de tu karma anterior; por lo tanto, intente aprovechar al máximo el tiempo disponible antes de su muerte. Tienes libre albedrío, por lo que los días previos a tu muerte están, hasta cierto punto, en tu mano para usarlos: usa este tiempo con el mayor cuidado para la realización de Dios. No hay nada tan importante para todos nosotros como esto. El consejo común para todos nosotros es "Renuncia a todos tus deberes y asume el único deber de volver a casa". Allí todo es pleno y completo, y todos velarán por tu verdadero interés. Debes ir allí. De regreso a Dios, de vuelta al hogar.