Empalado por la Ilusión

CALENDARIO 538 SRI GAURABDA (2024–2025):
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Por Su Divina Gracia, Om Visnupad
Srila Bhakti Nirmal Acharya Maharaj

18 de diciembre, 2010

 

Había una vez un guru que estaba caminando con su discípulo hacia algún lugar. En ese tiempo no había coches, así que tenían que caminar. Habían estado caminando por largo rato cuando el discípulo dijo: “¡Gurudev, no puedo caminar más, tengo mucha hambre!”. Gurudev es misericordioso, e inmediatamente le dio una rupia y le dijo: “Está bien, trae un poco de chana (চানা), dal de garbanzo”.

El discípulo tomó la moneda de Gurudev y felizmente fue al mercado. Gurudev le dijo que trajera un poco de chana, pero en lugar de eso comenzó a mirar alrededor: “¡Oh, que gran mercado, que grandes tiendas!…” Comenzó a preguntar el precio de todo—frutas, manzanas, naranjas, paneer, dulces, etc., Él averiguó todo.

Gurudev dice, “trae algo de chana”, así que deben ir al lugar del chana inmediatamente, pero él empezó a negociar, ese es nuestro humor—nuestra mente siempre está perturbando, siempre está yendo a todas partes…

Así pues, preguntó el precio de muchas cosas y el mercader dijo: “todo tiene el mismo precio: una rupia. Una rupia por kilo”. El discípulo estaba impresionado: “¡Qué área tan agradable! ¡Todo aquí es al mismo precio!” (Todo es lo mismo: ustedes adoran a Durga, Kali, Ganesa, o a Kartik, van a la misión de Rama Krishna, al Bharat Sevasram, o al Sat Saṅga…) Él pensó: “Es un área muy bella. No quiero dejar este lugar. Aquí está mi propio interés, mi propio disfrute”.

Compró un kilo de chhana (ছানা), paneer y regresó a donde su Gurudev. 

“Déjame ver lo que has comprado—dame el chana”.

“¡Oh, no, Gurudev, esta es un área muy agradable y el mercado es muy agradable! Todo es al mismo precio…” 

“¿Qué? ¡¿Todo es lo mismo?! No podemos estar aquí más tiempo. ¡Debemos partir de inmediato!” Entonces él vio que el discípulo había traído paneer en lugar de chana y se enojó porque el discípulo no lo había escuchado: “cómetelo tú, no lo tomaré”. El discípulo lo comió todo—el kilo de paneer completo.

“¿Ya has terminado? Vámonos ahora. Tenemos que ir a nuestro destino, Vaikuntha, Goloka Vrindavan”.

“Gurudev, no voy a ir… Esta es un área muy agradable, hay muchas cosas buenas aquí”. El discípulo se apegó. “Nunca he visto tal clase de disfrute… No me iré de aquí”.

“Eso es mal karma… Por favor, ven conmigo”. Gurudev le pidió muchas veces que viniera con él, pero el discípulo se rehusó:

“No, Gurudev, ve tú, estoy cansado ahora. Acabo de comerme un kilo de paneer, tengo que dormir en seguida…”

“Está bien, quédate aquí. Yo me voy”.

Sanatana Goswami también dejó a su discípulo, Isan. ¿Cómo es posible? Es lo mismo—el mal karma del discípulo…

Cuando el guru se estaba yendo, le dijo a su discípulo: “No quieres venir conmigo ahora, ¿qué puedo hacer? El medio ambiente ilusorio puede atacar a cualquiera… Pero Krishna es misericordioso, así que cuando estés en peligro, me recordarás”. Le dio esta bendición y se fue para su propio lugar.

El discípulo permaneció bajo el árbol baniano. Después, pensó: “¿Qué voy a comer?” Se colocó tilaka y cuando veía a alguien bajando por la calle gritaba fuertemente, “¡Hare Krishna! ¡Hare Krishna!” Las personas nunca habían visto a nadie cantando y pensaban: “¡Oh, que gran devoto, que gran sadhu!”, y le daban una moneda. De esta manera, obtenía algo de dinero, iba al mercado y de nuevo compraba un poco de chhana, paneer. Gradualmente, le creció una barriga grande y gorda.

Pronto algún problema surgió en el área. Todos los días alguien iba de casa en casa a robar y todos los aldeanos fueron a donde el líder local, algo así como el alcalde o pueden decir que el rey, se quejaron de que habían muchos robos llevándose a cabo en el área y no había policía, ni seguridad… Al final, una noche robaron la casa de un hombre muy rico y poderoso. Ese hombre rico fue a donde el alcalde a quejarse. El alcalde le preguntó:

“¿Viste al ladrón?”

“¡Sí! Yo estaba durmiendo, pero entonces creo que oí un ruido y lo vi”.

“¿Qué aspecto tiene?”

“Muy gordo”.

“¿Muy gordo?”

“Sí, es muy gordo”.

El alcalde envió a un policía a registrar el área en busca de un hombre gordo. Finalmente, el policía vio a un forastero, una persona nueva en el área, sentada bajo un árbol baniano—y era gordo. “¡Este es el hombre gordo!” El policía ordenó a sus hombres llevar a aquel discípulo a la casa del alcalde. Luego, el juicio sucedió y él fue unánimemente encontrado culpable. El discípulo pensó: “¡Oh, Gurudev me dijo que no me quedara en esta área!… Todos son iguales… Yo no soy un ladrón y están diciendo que soy un ladrón. Ellos me están convirtiendo en ladrón…” 

Entonces la sentencia fue anunciada. En aquellos días no había micrófonos, ni megáfonos, así que salieron y dieron un anuncio público de la sentencia. La sentencia era la muerte. En aquellos días mataban a la gente por medio de ‘shul’, empalamiento. Shul es una especie de poste de madera, que de la cabeza a los pies perforaba (empalaba) el cuerpo del hombre colocado sobre éste. Así pues, anunciaron que el ladrón había sido capturado y sería ejecutado.

El discípulo del sadhu estaba llorando en la cárcel: “¡Oh!, ¿por qué no escuché a mi Gurudev? Pero Gurudev me dijo que cuando estuviera en peligro lo recordara…” Comenzó a orar y a llamar a su Gurudev. Toda la noche estuvo orando y pidiendo ayuda—sabía que al día siguiente moriría. Al final, su Gurudev apareció en frente de él y dijo: “Te dije previamente que en esta área todos eran iguales y que no podías quedarte aquí, pero no te fuiste conmigo. Ahora escucha lo que te voy a decir y debes seguir esta instrucción. Cuando la gente te esté llevando al śūl, también iré contigo. Les diré a todos que quiero morir en tu lugar”.

“No, no, Gurudev, tú no has hecho nada equivocado, yo causé todo el problema. ¡Soy yo el que se equivocó, yo moriré!”

“¡Oye! ‘guru-mukha-padma-vakya, chittete kariya aikya!’ (¡Haz que las enseñanzas de la boca de loto de Sri Guru sean uno con tu corazón!) Ahora es tu momento. Escucha lo que te estoy diciendo, entonces estarás bien”.

“Sí, haré como tú dices, lo haré”.

Al día siguiente el discípulo fue acompañado al shul. Todos estaban reunidos allí—el alcalde, su esposa y miles de personas. Vieron que había un anciano barbudo caminando junto al ladrón. El anciano, Gurudev, exclamó: “¡Oigan! ¡Quiero ir allí en su lugar!” El alcalde preguntó: “¿Quién es este hombre? ¿Por qué quiere ir al shul?”

“Ustedes no me conocen. Soy astrologo de Janak raja”.

“¿Un astrologo? ¿Por qué has venido aquí?” 

“Hicieron esta plataforma y el shul en un momento muy bueno—en amrita yoga (logro efectivo) y mahendra yoga (éxito). Aquel que vaya a este shul irá a Vaikuntha!”

El alcalde pensó: “Hice este shul y ¿por qué deben ellos ir a Vaikuntha? Mi padre está enfermo y está sufriendo tanto. Más bien enviaré a mi padre allí. ¡No hice este shul ni gasté todo el dinero para enviarlos a Vaikuntha!” Finalmente, dijo: “¡Mi padre irá a Vaikuntha! ¡Oigan, salgan de ahí!”

En ese momento, Gurudev le dijo a su discípulo: “¡Ahora es el momento de correr!” y el alcalde colocó a su padre en aquel “Vaikuntha”… ¿Lo entienden? 
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La Protección del Guru

সে ছল সেকালে কৃষ্ণ স্ফুরাবে তোমারে ।
কৃষ্ণকৃপা যাঁরে, তাঁরে কে রাখিতে পারে ॥

se chhala se-kale krsna sphurabe tomare
krsna-krpa yanre, tare ke rakhite pare

(Sri Chaitanya-charitamrita, Madhya-lila, 16.241)

Raghunath Das Goswami Prabhu le preguntó una vez a Mahaprabhu: “Prabhu, ¿cómo puedo salir de esta clase de ambiente ilusorio? Tengo once guardaespaldas…” Mahaprabhu le dijo: “ese no es tu asunto. No es tu asunto cómo Krishna te rescatará—si te rindes, Él puede salvarte en cualquier momento”. Es necesario rendirse primero.

¿Entienden ahora qué es la protección de Gurudev?

দুর্দ্দৈবে সেবক যদি যায় অন্য-স্থানে ।
সেই ঠাকুর ধন্য তারে চুলে ধরি' আনে ॥

durdaive sevaka yadi yaya anya sthane
sei thakura dhanya tare chule dhari' ane

“Si un sirviente se cae y se extravía, glorioso es el maestro que lo agarra del cabello y lo trae de vuelta”.

(Sri Chaitanya-charitamrita, Antya-lila, 4.47)

Gurudev toma a su discípulo por la sikha y lo arroja a los pies de loto de su Divino Señor, o Deidad.

¡Jay Srila Guru Maharaj ki jay!

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Publicado originalmente en inglés en:
   Impaled by Illusion